“Que el amor valga la alegría, no la pena”. Hoy es el Día Internacional contra la Violencia de Género, una lacra todavía existente a nuestra sociedad, de la que poco se habla a diario. Hace unos meses se publicaron unos datos reveladores de la violencia de género al Estado español, a partir de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2015. Uno de los resultados fue que el 12,5% de las mujeres más grandes de 16 años que viven en España han sufrido algún tipo de violencia de género a su vida.
Pero cómo se puede acabar con esta cruda realidad? Numerosas asociaciones y entidades públicas dan respuesta a diario a centenares de mujeres, que trucan para buscar una salida en esta situación.
Hoy es un día de unión y de solidarización. Por eso recuperamos una entrevista que realizamos el año pasado en Montserrat Villano, presidenta de la Plataforma Unitaria contra las Violencias de Género, quién nos explicó como se puede abordar este estigma.
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¿Qué entendemos por maltrato? Es un dominio constante de una persona sobre otra, en este caso nosotros, como Plataforma, detectamos que el 99% de los casos es una violencia del hombre contra la mujer, y que, recurrentemente, este dominio se convierte en un maltrato hacia la otra persona. En este momento la violencia contra las mujeres se da porque estamos socializados de una manera que hace posible que haya este dominio: los roles que nos impone la sociedad de que las mujeres tenemos que ser sumisas para complacer los hombres, y que los hombres tienen que estar a la altura del “macho”. Esta violencia a menudo en la sociedad se normaliza mucho… estamos muy acostumbrados a que el sexismo (que no se puede decir que sea violencia exactamente, pero se empieza por aquí) resta muy impuesto en nuestra sociedad.
¿La violencia que se produce en una pareja homosexual también se puede considerar una violencia de género? Si, lo que pasa es que es más común la violencia que hay del hombre hacia la mujer. Evidentemente también hay otros tipos de violencia, porque también hay mujeres que hacen violencia contra hombres. Pero consideramos, principalmente, la violencia machista, que proviene más de estos roles tradicionales.
¿El dominio de las redes sociales y de sistemas de mensajería instantánea… quizás aceleran o fomentan más este tipo de control? Sí, en gente muy joven además. Provoca que puedas tener constantemente ubicada a la otra persona. Estos medios técnicos, se puede decir, que dan más facilidad para hacer algún tipo de acoso entre parejas muy jóvenes. Pero no quiere decir que sean los medios los que hagan estos acosos, sino las personas. También se está dando mucho el “sexting”, donde las parejas se hacen fotografías muy íntimas y después lo difunden por las redes sociales, donde las chicas sobre todo se ven muy atacadas por el entorno. Es una manera más de hacer este dominio.
¿Cómo cambiamos esta forma de relacionarnos? El cambio empieza desde los estereotipos que tenemos. Hay que recordar que el amor y la pasión no son violencia. Si nos fijamos en muchas películas o videoclips de canciones, de hecho, el que están enseñando mucho a nuestras juventudes es esta violencia. Como si no se pudiera querer en igualdad de condiciones. Siempre a las mujeres se las muestra como un objeto, que tiene que estar a punto por cualquier cosa que le pida el hombre.
Esto es un aspecto bastante preocupante por asociaciones como la vuestra… Sí, desgraciadamente tenemos que hablar todavía de estas cuestiones… Pero esto no es una sorpresa, porque no se ha avanzado bastante. Las medidas y las leyes las estamos aplicando pero todavía no se ha aplicado en el cambio de mentalidad. Esto es el que damos a las juventudes como “herencia” y, por lo tanto, el que tenemos que cambiar. Es un trabajo de toda la sociedad. Nosotros, como plataforma, es el que hagamos: sensibilizamos mucho en este sentido, haciendo prevención de esta violencia yendo a los institutos a concienciar. Además, hace falta no olvidar que esta violencia no se buena por nadie: no es bueno que alguien nos esté maltratando y que nosotros admiramos algo que nos hace daño.
¿Qué importancia tiene el maltrato psicológico? Que acostumbra a ser el inicio de la violencia. Y es que la violencia física normalmente empieza por aquí: que tu novio quiera controlarte la vida.. En lugar de darte libertad en tus acciones, cada vez te va oprimiendo más y no te deja realizar tu libertad. Te aísla psicológicamente, te dice que no hace falta que vayas con tus amigos, o con tu familia, o no hace falta que estudies… Es un dominio constando que poco a poco deja a la mujer en una desigualdad respecto del hombre.
¿Cómo se dan cuenta las mujeres? Normalmente se tarda en reconocer que se sufre este tipo de violencia psicológica. Normalmente donde se detecta por primera vez es en los CAPs, puesto que esta presión psicológica, normalmente, da síntomas en la salud. A partir de aquí, hace falta que la mujer se conciencie y pida ayuda a las numerosas asociaciones y entidades públicas que le brindan soluciones.
¿Qué importancia tiene la amenaza en un contexto de violencia machista? Tiene importancia en el sentido de que muchas de estas mujeres maltratadas no se atreven a denunciar porque están amenazadas de muerte. La amenaza se los hace desarrollar un miedo que hace que no lleguen a dar el paso de pedir ayuda a autoridades o asociaciones que las pueda ayudar y orientar hacia una solución.
¿Cuál es esta solución? En primer lugar, no es asistencial sólo, es decir, acompañar a la mujer si tiene que salir de casa o si tiene que tener un ayuda económica… Sino también darle herramientas para desarrollarse por ella misma. Y es que normalmente esta situación las ha dejado con baja autoestima, y por lo tanto hay que darle herramientas para enfrentarse al agresor.
El maltrato también se empeora si hay hijos por medio… Sí, esta es una de las cuestiones más difíciles en el maltrato. De hecho, hay casos últimos en que las mujeres han dado el paso de denunciar y entonces los hombres utilizan los hijos e hijas que tienen en común para amenazar a la mujer. El problema también radica en las instituciones jurídicas. Y es que los agentes jurídicos muchas veces no dan la respuesta adecuada y la situación de la mujer se empeora todavía más: se acaba en la llamada “victimización secundaria”, porque los agentes jurídicos vuelven dicen que los niños necesitan un padre y el problema es que estas situaciones son de mucho riesgo. Cada año hay algún niño o niña asesinado a manso de su padre para hacer daño a la madre, quien sufría maltrato.
¿Cómo actuáis vosotros? Nosotros como plataforma de asociaciones hacemos prevención y programas de sensibilización de la violencia. Cualquier mujer que viene a pedirnos ayuda la derivamos a las asociaciones de la plataforma porque le apoyen. Ahora bien, nosotros mismas damos también apoyo directo, escuchando y dando la información necesaria porque sepan donde se tienen que dirigir para obtener ayuda. Además, también las acompañamos en la Ciutat de la Justicia porque no estén suelas y acompañamos sus hijos e hijas, por si necesitan algún tipo de atención. En en cuanto a la atención jurídica y psicológica las derivamos también a las asociaciones de la plataforma.
¿Cómo es el proceso de superación de la mujer maltratada? Es un proceso largo de recuperación, sobre todo, a nivel emocional. Necesitan un tiempo para poder asumir todo, y si hay hijos e hijas por medio se tiene que asumir, además, toda la parte judicial. Es aquí, donde muchas mujeres se piensan que es la solución, pero realmente no lo es. Se tiene que *traballar la parte emocional, con terapias de grupo o individuales a nivel psicológico, donde te puedas fortalecer y hacer un nuevo proyecto de vida.